En la actualidad el número de mujeres que practica Crossfit en nuestro país ha aumentado de forma considerable, pero en los box el porcentaje de hombres es aún mayor que el de mujeres ya que una gran parte de la sociedad sigue pensando que es un deporte muy masculino.

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Sin embargo, lo cierto es que el Crossfit es uno de los pocos deportes donde existe una verdadera igualdad de género. En el artículo de esta semana analizaremos cómo ha conseguido el Crossfit minimizar la desigualdad de sexos en el deporte convirtiéndose en todo un abanderado en este aspecto.

Sí, es un deporte de alta intensidad y sí, es tan exigente como parece, pero eso no se traduce necesariamente en una disciplina deportiva masculina. Prueba de ello, es la elevada cifra de mujeres que lo practican día tras día a nivel mundial debido al gran número de beneficios que les aporta y porque tiene esa capacidad “adictiva” que “engancha” a cualquier persona que empieza a practicarlo.

Es un deporte muy igualitario en el que no hay diferencia de sexos. La única distinción que se establece es la relacionada con el peso, pero los ejercicios son comunes tanto para hombres como para mujeres. Precisamente, este es uno de los motivos por los cuales nos encanta el Crossfit y nos parece un deporte perfecto para practicar. ¿A qué esperas?

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La mujer en el deporte

La historia de la mujer en el deporte se ha dado a través de un camino lleno de desigualdades, un recorrido en el que la profesionalización y la remuneración económica de las deportistas profesionales siempre ha sido menor que la de los hombres.

Además, el acceso de las mujeres al deporte se produjo bastante tarde. Solo hay que fijarse en un dato significativo de la historia moderna del deporte: en los Juegos Olímpicos no se permitió la participación de la mujer hasta el año 1900, cuatro años después de que se celebrara su primera edición, y se limitó únicamente a las competiciones de golf y tenis.

Con el paso de los años, la mujer ha obtenido un papel más protagonista en la historia del deporte, pero aún su incursión va por detrás de los hombres. Si hacemos una visión general de los distintos deportes podremos llegar a la conclusión de que aún queda un largo camino que recorrer para conseguir una verdadera igualdad entre hombres y mujeres.

En Crossfit se superan esas barreras de género ya que es un deporte muy igualitario. A continuación, analizaremos cómo esta práctica deportiva ha conseguido minimizar la desigualdad de sexos en el deporte.

Ejercicios iguales para hombres y mujeres

Cuando entras al box no tienes una pizarra con el Workout Of The Day para ellos y otra para ellas porque… ¡es la misma para ambos sexos! Sí, todo el mundo en el box trabaja por igual haciendo ejercicios tan exigentes como los pull-ups, los burpees o los push-up.

La única diferencia que verás en esa pizarra será en cuanto al peso. Al lado de cada ejercicio se apunta, además del número de repeticiones, el peso en RX para chicos y el peso para chicas. En el box y dependiendo de cada categoría viene determinado un RX que se supone hay que cumplir al hacer la rutina, pero no nos engañemos, es algo que no siempre se consigue, solo los más ‘pro’ trabajan en RX.

El objetivo es que todas las personas que practican Crossfit rindan al máximo en cada ejercicio y den lo mejor de sí mismos para mejorar su condición física. Si trabajamos en el box de forma constante y siguiendo las indicaciones de nuestro entrenador lograremos alcanzar los objetivos marcados. ¡No te rindas!

Cada uno a su ritmo

Otro de los puntos fuertes del Crossfit es que cada persona mantiene su propio ritmo para alcanzar sus objetivos personales. No se hace una distinción entre hombres o mujeres, cada uno tiene que ser capaz de saber de manera individual hasta dónde puede llegar, cuál es su límite y cuáles las capacidades que tiene que mejorar.

La fuerza, el equilibrio, la resistencia, la elasticidad o la coordinación son algunas de las capacidades que se desarrollan y se mejoran con cada ejercicio, independientemente de si la persona que lo practica es hombre o mujer.

El coach del box hace un seguimiento de cada crossfitter con la finalidad de observar sus puntos débiles y sus habilidades en cada ejercicio para recomendarle la rutina de entrenamiento más adecuada. No obstante, esta recomendación no viene enmarcada dentro de… “esto para los chicos… y aquello mejor para las chicas…” No, en el box tú eres un atleta con independencia de tu sexo.

Premios iguales en las competiciones

En los premios que la marca CrossFitt otorga a los atletas profesionales también hay igualdad ya que la cantidad que se entrega a los ganadores es igual tanto para hombres como para mujeres.

El título que gana cada uno es “El hombre más en forma del mundo” y “la mujer más en forma del mundo” y el premio que se embolsa cada ganador de categoría individual en los Games asciende a la cifra de 285.000 dólares.

El norteamericano Mat Fraser (@mathewfras) y la australiana Tia Toomey (@tiaclair1) consiguieron alzarse con el primer puesto en los CrossFit Games de 2018 y se llevaron la misma cantidad de dinero por hacerse, respectivamente, con el título de hombre y mujer más en forma del mundo.

Veremos que ocurre este año, ¿Ya te has puesto a prueba en el box haciendo los clasificatorios?

Una única comunidad crossfitter

Al igual que no existe un Crossfit para mujeres, no existe una comunidad crossfitter únicamente femenina. Todas las personas que practican Crossfit forman parte de una misma comunidad de apoyo. Con independencia de su sexo, las personas que están en el box saben el esfuerzo y la dedicación que hay que poner a la hora de llevar a cabo cualquier rutina de entrenamiento.

Este conocimiento común del deporte hace que todos se apoyen mutuamente día tras día. Si no realizas bien un ejercicio no es porque sea complicado de forma específica para chicos o chicas, es simplemente ¡porque tienes que practicar más la técnica y hacer ese ejercicio un gran número de veces!