Cuando hablamos de prácticas deportivas de alta intensidad, sabemos que hay muchos aspectos fundamentales para su correcto desarrollo, pero si hay uno que destaque por encima del resto es la motivación.
En muchas ocasiones se deja de tener en cuenta la vertiente psicológica en el ejercicio físico, y esto es algo que tarde o temprano acaba trayendo malos resultados. Porque ¿qué sería del deporte de cierto nivel sin la motivación? VER TAMBIÉN: Nutrición para crossfit. Dietas y suplementos y nuestros planes de nutrición personalizados para atletas de crossfit Muchos la han calificado como la clave del éxito, y las estadísticas lo confirman de manera irrefutable. Por eso hoy queremos hablarte de algo imprescindible para que llegues a la cima como practicante de crossfit o de cualquier otro deporte. índice de cotenidos Lo que te podemos asegurar es que tu cima está exactamente donde tú la quieras situar, y esto es algo que está ligado por completo a la motivación. Por eso es importante aprender a mantenerla siempre alta y alimentar nuestra mente con mensajes positivos cada día. Pero, ¿qué es exactamente la motivación y qué pinta en tu vida deportiva? Si te das cuenta, la raíz de la palabra te lleva ineludiblemente a pensar en motivos, lo que quiere decir que nos estamos refiriendo nada más y nada menos que a eso, a los motivos que te llevan a practicar un deporte; ¿es suficiente tenerlos para alcanzar el éxito? Depende de la importancia y el peso que tú les des. En cualquier caso, se trata de un primer paso para mantenerte y no tirar la toalla a las primeras de cambio, que no es poco. Pero vamos a ahondar un poco más en el tema para entenderlo mejor. Como veníamos diciendo, para conocer las motivaciones que te llevan a hacer deporte has de buscar en tus motivos. Pero esto es algo muy general; si tratamos de concretar poco a poco, habría que hablar en primera instancia de gustos, metas y objetivos, contextos y relaciones e, incluso, de salud. No están todos los que son, pero sí son todos los que están: estos motivos pueden llegar a ser más que suficientes para estar a tope en cualquier deporte si los contemplas con cierta firmeza y seriedad. Así pues, queda claro que hablamos de los porqués que llevan a cada cual a hacer deporte, pero, ¿por qué es tan necesaria la motivación? ¿Dónde se encuentra? ¿Sigue un proceso similar en todas las personas? ¿Es realmente útil? Sigamos en este punto de la psicología deportiva para dejar resueltas todas estas dudas y algunas más. Si estás aquí quizás estés buscando respuestas a tu estancamiento deportivo, o igual deseas seguir creciendo en las prácticas o paladear el sabor del más absoluto de los triunfos; en cualquier caso, esto te interesa. Las razones que sostienen la suma importancia de la motivación en cualquier deporte son evidentes, y cuando se trata de crossfit -algo que veremos más adelante-, mucho más todavía. Porque es un deporte duro y exigente. No resulta sencillo mantener cierta continuidad en la inmensa mayoría de prácticas que conllevan ejercicio físico, y cuando hablamos de un nivel considerable la cosa se complica todavía más, pero ¿por qué ocurre esto? Está claro que estamos hablando de algo que conlleva un esfuerzo, y cuanto mayor sea la exigencia -ya sea impuesta por uno mismo, por el entorno, o por las circunstancias- más desgaste nos supondrá el deporte en cuestión, tanto físico como psicológico, lo que es igual de importante. Así, siempre se encontrarán motivos para tirar la toalla: la falta de resultados, el cansancio y los dolores, o la rutina pueden ser algunos ejemplos, y lo único que puede evitar que ocurra esto es que haya un motivo mayor para continuar que el que te empuja a abandonar. En lo referente a las prácticas deportivas, existen, en primer lugar, dos tipos de motivación que han sido observados desde un plano psicológico y, en segundo lugar, dos modos a la hora de enfocar esas motivaciones, sean del tipo que sean. Por un lado, se habla de motivación básica, que es la razón por la que se practica un deporte en términos generales, y por el otro, nos encontramos con la llamada motivación cotidiana, que es lo que nos mueve a hacer esos esfuerzos cada día. Ahora bien, aunque estas dos variables son muy importantes, quizás el enfoque lo sea todavía más. Es decir, y valga la redundancia, ¿cuáles son los motivos de esa motivación? Puede que te mueva el propio ejercicio en sí, o puede que lo que te lleve a esforzarte cada día sean los resultados que puedas obtener. Si bien ambos puntos de vista son correctos, es fundamental vigilar el segundo; si el centro de tus objetivos está en la misma práctica deportiva, lucharás cada día por mejorar, por superarte o por aprender algo nuevo. Pero si tus razones solo se basan en los resultados, ¿qué ocurrirá cuando los consigas? ¿Y si no los consigues? ¿Seguirás con la misma ilusión en ambos casos? En realidad, nadie puede ayudarte con esto. Podemos darte algunos consejos, pero por más recomendaciones que recibas, la motivación es algo que está dentro de ti o que no está, y si verdaderamente la tienes te aseguramos que lograrás lo que te plantees siempre y cuando se trate de retos realistas. Porque esto es fundamental a la hora de encontrar motivaciones fructíferas: jamás vas a conseguir lo que te propongas si lo que te propones es algo imposible de conseguir. Algunos factores habituales a la hora de marcarse una motivación, residen frecuentemente en la salud, en el mero gusto por un deporte en particular, en la estética, en tradiciones familiares, en la búsqueda de algún premio o en las relaciones que se crean a partir de estas experiencias -algo mucho más común y positivo de lo que parece, ya que los seres humanos somos seres sociales-, entre otras muchas cosas. Lo que sí has de tener claro es que tu motivación ha de ser exclusivamente tuya, porque de lo contrario siempre acabarás por perderla. Por ejemplo, puedes practicar un deporte por tradición familiar si tú te sientes identificado con esa tradición y verdaderamente te gusta, si lo haces porque te lo exigen o por hacer feliz a terceras personas, es algo totalmente respetable, pero lo más probable es que las fuerzas flaqueen. Del mismo modo pueden desaparecer las ganas si se hace por una pareja o por cualquier otro motivo que no salga de ti. Prácticamente cualquier deportista pasa por tres fases básicas en sus prácticas. La primera es el inicio de los ejercicios, donde la motivación, por lo general, está por las nubes. Paradójicamente, el problema en estos casos es que todo resulta maravilloso; ocurre igual con casi todo, los principios son ilusionantes, alegres y, sobre todo, altamente motivadores. Sin embargo, habría que esperar a la siguiente fase para saber si este arranque era cierto o era ficticio. Hablamos del momento de mantenerse, de superar los obstáculos y seguir adelante, o de caerse y volver a levantarse: las fuerzas comienzan a flaquear, y lo único que puede salvarte es tu motivación. Y es que de lo contrario te precipitarás inevitablemente a la tercera y última fase, el abandono. ¿No parece triste dejarlo todo por falta de motivaciones? El fin de una carrera deportiva siempre termina por llegar, pero los finales son diferentes dependiendo de las razones. Pero cuando hablamos de motivación, y ya lo hemos señalado en algunos puntos de este post, el crossfit se lleva la palma, o al menos así debería ser. Se trata de un deporte duro, donde la exigencia siempre es máxima, ya que ha de ajustarse a cada individuo, pero la idea es llevar al límite el esfuerzo. Si puedes dar 50, se te pedirá 100, si eres capaz de llegar a 100, ¿por qué no probar con 200? De este modo, ¿quién podría pensar que en este tipo de ejercicios la motivación es un asunto menor? Si bien es cierto que casi todas las razones y objetivos señalados en otros deportes, tienen más valor todavía en el crossfit, también lo es que esas metas deberían tener más peso todavía; nos explicamos: Si quieres perder peso y ganar en musculatura, por ejemplo, y ése es tu objetivo, es fantástico que apuestes por el crossfit, ahora bien, has de saber que tu motivación ha de ser máxima. ¿Por qué hablamos de un nivel máximo de motivación en el crossfit por encima de otros deportes? Precisamente por la dureza de cada ejercicio. No nos engañemos, hablamos de una práctica que conlleva sufrimiento, pero si te conquista lo hará por completo; podríamos hablar directamente del crossfit como tu auténtica motivación, pero seguramente para llegar a ese punto habrás tenido que pasar por otros objetivos -sobre todo a la hora de empezar-, porque sufrirás cada gota de sudor. ¿De verdad consideras que no son necesarias las motivaciones aquí? Seguramente haya muchos crossfiters que no se sientan del todo motivados, o quizás no sepan explicar bien cuál es exactamente su motivación. ¿Puedes considerarte crossfiter sin estar motivado? Por supuesto. Aunque, permítenos una osadía: o bien no conoces del todo tus razones, o te va a resultar realmente complicado mantenerte constante en este deporte, ¿recuerdas el proceso que recorremos en el deporte? Busca tus metas o acabarás abandonando. Espero que lo des todo en tu próximo Wod. Otras Referencias: CrossFit Overview: Systematic Review and Meta-analysis¿Por qué es importante la motivación en el deporte?
¿Qué es la motivación deportiva?
La importancia de la motivación en el deporte
Tipos de motivación
¿Cómo puedo encontrar la motivación que necesito?
¿Cuál es el proceso habitual en los deportes?
La importancia de la motivación en el crossfit
¿Por qué es más necesaria que en otros deportes?
¿Me puedo considerar crossfiter sin estar motivado?
Vídeos de motivación para crossfiters
CrossFit: Good or Bad?
Why CrossFit is an Effective Elective
An Investigation of Motivational Variables in CrossFit Facilities